Nueva Normalidad en familia

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Familia

Aquí te explicamos qué es la “Nueva normalidad”, un término acuñado por la OMS, que implica acciones para promover el cuidado de la salud y el bienestar, a partir de las consecuencias de la pandemia por COVID-19. La pieza clave son las familias, que educan y protegen a sus miembros ante este conocido reto.

La nueva normalidad es un concepto internacional que nos permite ubicar cuáles son las acciones de autocuidado que deberán permanecer durante algunos años, para hacer frente a la pandemia por COVID-19. Sin duda una prioridad es la familia, y aquí vamos a identificar algunas acciones de bienestar emocional, como guía para adaptar la nueva normalidad a nuestros propios núcleos.

  1. El uso de la comunicación virtual. En algunos países ya era tendencia sustituir las relaciones personales por virtuales y nos parecía un foco rojo, pero en este momento es muy común comunicarnos con las personas del trabajo, amistades y familiares a través de las diferentes plataformas de internet. 

Aquí el énfasis en donde podemos poner atención y dar seguimiento es en su sobreutilización, exceder el uso de internet impacta en nuestra capacidad para socializar, el contacto cara a cara es indispensable para el desarrollo de las personas, principalmente de los niños. 

La nueva normalidad no implica renunciar a ver a nuestros seres queridos, como medida inicial de aislamiento social. La nueva normalidad implica socializar utilizando el cubrebocas, no saturar los espacios, permitir la libre circulación del aire, sanitizar los espacios cerrados y los objetos de uso común, etc. 

En el uso de los medios para la comunicación virtual es necesario también, no dedicar demasiado tiempo a estar conectado, buscar además mantener actividades físicas durante la comunicación, o realizar pausas saludables para hacer ejercicios de estiramiento, activación y fuerza que nos permitan mantener nuestra masa muscular y obtener los beneficios del ejercicio que se refieren también a la digestión, salud cardiovascular, etc.

  1. Las actividades físicas. Sin duda un paso importante es que las familias busquen y encuentren una forma de adaptar los interiores de las casas, asegurando que los espacios contengan posibilidades de activación física como pueden ser caminadoras, muros para escalar, costales para practicar golpes como los apropiados para box o artes marciales, brincolines individuales, cubetas pequeñas y pelotas y globos para juegos de habilidades, etc. 

La creatividad es indispensable, la nueva normalidad no plantea quedarse en casa siempre, sino aprender a salir, una posibilidad es buscar caminatas en lugares despejados que nos permitan caminar, correr o andar en bicicleta de manera segura. Reducir nuestras actividades en donde haya posibilidades de que las personas se amontonen.

  1. El monitoreo y seguimiento de la salud emocional. Cada persona tenemos referentes acerca de lo que es la salud mental y eso nos apoya a detectar situaciones en nuestra familia que nos parecen inadecuadas o peligrosas. Sin embargo, a veces preferimos normalizar lo que ocurre porque nos duele pensar en ello o porque no tenemos recursos para enfrentarlo. Por ello, aquí nombro algunas de las situaciones que pueden indicar que una persona está en riesgo: cutting (cortadas en la piel autoinfligidas), dormir de día y estar despiertos por la noche, alimentarse una vez al día, no alimentarse o dejar de beber líquidos, aislarse constantemente, declaraciones de tristeza o desesperanza, miedo irracional, falta de aire sin causa aparente, bajo nivel de energía, atracones, hacerse en la ropa (defecar u orinar), etc. Hazte caso, si ubicas que algo no anda bien consulta con un médico psiquiatra o un psicólogo. 

Si consultas con un profesional y te indica algún tratamiento, es probable que no te sientas cómodo sabiendo que debes tomar terapia virtual o presencial, que incluso te parezca que no tienes tiempo, que es caro o no lo necesitas. También es posible que sientas que el medicamento no te está ayudando o te perjudica más. Pero esto es común, se llama resistencia y es importante que recuerdes que este no es tu mejor momento para hacer un juicio acerca del tratamiento o los profesionales, que la mejor de las ideas será apegarte a las indicaciones. Expresa tus ideas a tu psicólogo o psiquiatra y sin duda tomará las decisiones convenientes para darle continuidad a tu tratamiento.

  1. El reto económico para la familia durante la pandemia. La nueva normalidad implica dar seguimiento a las situaciones emocionales de nuestros familiares, tomando en cuenta que en nuestro país las presiones económicas impactan en la forma en que afrontamos la pandemia. Son un reto porque contamos con recursos limitados para hacerle frente. Un ejemplo es que no todos tenemos acceso a un celular, tableta o laptop para estudiar a distancia, algunos niños no pueden acceder. Los servicios de PAE nos pueden ayudar a reducir los gastos sin descuidar la salud, por ejemplo, a través de adaptaciones de menús adecuados para las necesidades de nuestra familia.

Si tienes dudas sobre cómo enfrentar tu propia situación o ubicas que alguien cercano necesita apoyo puedes consultarnos a nuestras líneas de PAE para que podamos apoyarte.

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