Uno de los pilares del bienestar, consiste en la práctica de ejercicio o actividad física, ya que, el movimiento brinda diversos beneficios a la salud física y mental, debido a la reducción de los niveles de estrés y el incremento en la sensación de bienestar.
Hablar de estrés, implica conocer que este es una respuesta fisiológica ante ciertos estímulos o situaciones, que puede manifestarse como tensión muscular, fatiga, falta de concentración, entre otros. Siendo por ello que utilizar técnicas de relajación o llevar un acompañamiento profesional, contribuye a mantener los niveles de estrés en un estado que no generen afectaciones a la salud. Entre las técnicas o herramientas que contribuyen a ello, se encuentra la práctica de diferentes ejercicios.
Actualmente hay una oferta bastante amplia de actividades, clases o entrenamientos para realizar ejercicio, dentro de los cuales, algunos contribuyen a disminuir el estrés de forma significativa, resultando beneficiosos en el cuidado de la salud mental. Los principales se describen a continuación:
Yoga. Es una práctica encaminada a la relajación y meditación a través de posturas, conocidas como “asanas”, que se coordinan con la respiración, para lograr una mayor relajación muscular y por ende, disminuir el estrés. Cabe mencionar que hay diferentes estilos de yoga que pueden probarse. Busca el que se adapte a tus preferencias.
Pilates. A diferencia del yoga, la práctica de pilates se enfoca en trabajar los músculos junto con la respiración, mediante repeticiones o movimientos controlados. Este enfoque, además de estimular el desarrollo muscular, permite fortalecer la conexión cuerpo-mente, logrando un trabajo físico de la mano del trabajo mental.
Estiramientos. Realizarlos no necesariamente tiene que ser a través de una clase o sesión completa como yoga o pilates, se puede simplemente hacer extensiones o movilizaciones de diferentes partes del cuerpo, para ir relajando los músculos. Incluso hay opciones dinámicas de estos ejercicios que son de corta duración, siendo una excelente alternativa si no dispones de una gran cantidad de tiempo para ello.
Caminatas. Esta actividad requiere únicamente de colocarte tenis o zapatos cómodos para realizarla. Puedes salir a algún parque o pista, caminar cerca de tu casa o buscar algún sendero en la naturaleza, que como beneficio extra puede ayudarte a fortalecer tu sistema inmunológico. Caminar, además, regula los niveles de presión arterial y disminuye la tensión muscular. También puedes optar por escuchar tu música favorita durante este tiempo para hacer más dinámica la caminata.
Finalmente, toma en cuenta que no solo existe este tipo de movimiento, la práctica de ejercicio regular está asociado a menores niveles de estrés y una mejor calidad de vida. Además de que hay otras herramientas como la meditación, que pueden ayudar a relajarte, busca las que se adapten a ti y pon en práctica aquellas de las cuales puedas obtener sus beneficios.