Se ha demostrado ampliamente que las mascotas, sobre todo perros y gatos, pueden brindar apoyo a personas con diferentes capacidades físicas y emocionales, a través de su habilidad para mejorar su autoestima, ayudarles a superar miedos, ansiedad así como reducir el estrés.
Actualmente, está muy estudiada la capacidad de los perros para detectar los estados emocionales de las personas y estar dispuestos a hacer lo necesario para brindarles una sensación de seguridad, buscando estabilizar su estado de ánimo.
Los resultados de algunas investigaciones científicas pueden contrarrestar la opinión de que tener animales de compañía, por sí sola, beneficia la salud mental de todos los propietarios, debido a que la responsabilidad de la tenencia de animales pudiera incrementar otros posibles factores de estrés (preocupación por el precio del alimento, las consultas veterinarias, el temperamento del animal, etc.) especialmente en personas con enfermedades mentales graves, sin embargo, estas mismas investigaciones han llegado a la conclusión de que los animales de compañía son una fuente de coherencia en su vida, les hacen sentirse queridos y pueden ser una parte vital de su red de apoyo.
Las mascotas de terapia deben pasar por un proceso de selección basado en su capacidad de aprendizaje y reciben un adiestramiento para ser amistosos, obedientes y tener un rasgo de personalidad relajado y para reconocer el momento en el que su cuidador pudiera atravesar una crisis emocional o requerir algún apoyo físico, como es el caso de los perros guía o los que acompañan a personas con autismo.
Como parte de la asistencia con animales, el concepto de mascotas de apoyo emocional surgió para clasificar a los animales que desempeñan una labor de acompañamiento terapéutico en personas que sufren de situaciones como estrés postraumático, depresión o ansiedad.
Las mascotas de apoyo emocional deben recibir un certificado expedido por un especialista en psicología o psiquiatría donde se explica el valor de su ayuda emocional para la mejoría del paciente y así poder acompañar a sus cuidadores en vuelos, en lugares de trabajo o en espacios públicos.
Por otra parte, también los gatos pueden brindar un apoyo emocional pero de una manera diferente, especialmente con personas que necesitan de una compañía más calmada y silenciosa.
Es por todo ello que las mascotas de asistencia juegan un papel muy importante en la integración de personas con necesidades especiales en la vida cotidiana y les ayudan a mejorar su calidad de vida.
