Ya sea por un nuevo empleo o por un cambio de área, si te enfrentas al reto de la novedad, aquí tienes tres claves para mejorar tu proceso de adaptación:
1.Aprende las reglas implícitas: son aquellas que nadie nombra, pero están ahí. Se refieren principalmente a las formas de comunicarse y la convivencia. Identificar los estilos puede apoyarte a saber cómo tratar a los demás.
2.Ten paciencia: es normal que surjan los conflictos y con ellos también las soluciones. Es natural atravesar por una etapa en donde el foco será la resolución y no es una mala señal.
3.Acepta tu sensación de poca eficacia. Ante nuevas actividades, es natural que seamos más lentos, que necesitemos mayor energía y atención para la realización de tareas. Poco a poco te irás adaptando y serás capaz de ponerte a la altura de tus colegas.