Una mascota implica una responsabilidad, por ello, antes de considerar tener una mascota como compañía es necesario hacer algunos planteamientos previos, por ejemplo: si se cuenta con los recursos para su mantenimiento, si todos los integrantes de la familia están de acuerdo,si se tienen otras mascotas con las que pueda llegar a convivir, si es compatible con el estilo de vida y las actividades personales, si se cuenta con el tiempo necesario para dedicarle, si encaja en los planes a futuro, etc.
Actualmente están bien estipulados los deberes de quienes tienen a cargo el cuidado de una mascota, como son brindar alojamiento cómodo y seguro, así como alimento acorde a su especie, de alta calidad, de acuerdo a su etapa de desarrollo y a su nivel de actividad, ofrecerle agua limpia y fresca a libre disposición, colocarle una placa de identificación.Tratarla de manera apropiada, así como llevarla periódicamente al veterinario para tratamientos preventivos, y cuando sea por algún padecimiento. Crear un ambiente apto para fomentar su bienestar físico y mental, enfocado a entretener y reducir el estrés. Llevarlo de paseo ayuda a su estimulación mental explorando su entorno a través de sus sentidos, principalmente del olfato. Permitir que exprese las conductas relacionadas con las características de su especie, acordes a su entorno. Mantener limpios sus espacios y recoger sus desechos.
Parte de la tenencia responsable, implica además prevenir que la mascota cause daños a personas, a otras mascotas o a propiedades, así como seguir las normativas locales relacionadas con la tenencia de animales.
En conclusión, los beneficios de una tenencia responsable se reflejan en la salud y bienestar de las mascotas y en el vínculo afectivo con sus dueños, además de impactar en la reducción del riesgo de enfermedades zoonóticas.
Finalmente es necesario reconocer que los animales son seres vivos, que requieren respeto, atención, cuidados y protección durante toda su vida.