Las emociones influyen en cómo nos proporcionamos acciones de autocuidado y también la salud física impacta en nuestro estado de ánimo. Esta mutua influencia pone en consideración que todas las personas que cursamos con enfermedades crónicas debemos recibir atención emocional y médica conjunta para lograr una buena calidad de vida.
El cuidado de la salud física tiene una proyección favorable en nuestro bienestar emocional porque nuestros órganos producen unas sustancias llamadas hormonas que son capaces de influir en: nuestros niveles de energía, capacidad de atención, creatividad, emociones, etc. Se trata de procesos químicos que son importantes de tomar en cuenta.
A veces pensamos que basta con tener una actitud positiva para mejorar nuestro estado de ánimo, pero no nos damos cuenta de que el exceso de azúcar que consumimos nos hace sentir aletargados, deprimidos y con dificultad para concentrarnos. Entonces, la alimentación equilibrada que te brinda un profesional de la salud, no solamente impacta en tu química sanguínea manteniendo saludables tus niveles de lípidos y glucosa, sino que también promueve tu sensación de bienestar.
De la misma manera, el ejercicio físico, la luz solar y las experiencias sensoriales (el viento en tu cara, los aromas agradables, los paisajes hermosos), estimulan la formación de hormonas del bienestar. Por lo tanto, necesitamos poner energía y prestar atención a cada una de estas importantes actividades para lograr un bienestar emocional.
Además, si vives con diabetes, significa que tu cuerpo podría estar alterado en la producción o utilización de algunas de las hormonas que necesitas y eres más sensible a la influencia de la alimentación en tu sensación de bienestar. Si no te sientes motivado, puede ser que incluso te cueste más trabajo un apego al tratamiento y medidas que te ha dictado el médico para cuidar de tu salud. Entonces es una situación circular, si no cuidas de tu salud te sientes deprimido, si te sientes deprimido no te brindas autocuidado y así sucesivamente. Esto no se queda en un solo lugar de malestar sino que va creciendo con cada hora y día que no pones atención a los fármacos, la alimentación, el descanso adecuado y la actividad física.
Por lo tanto, será de gran importancia que trates cada una de tus afecciones. Si acudes a revisión médica no olvides compartir tus sentir, háblale a tu médico sobre lo que sientes respecto a tus habilidades mentales, comparte también si tienes dificultades personales que te están deprimiendo, para que de considerarlo necesario pueda mandarte a atención psicológica o psiquiátrica. Toma en cuenta que es posible que necesites apoyo para reconocer si tienes depresión o estás teniendo síntomas de descontrol de tu glucosa, porque pueden llegar a ser parecidos.
Recibir la atención adecuada para enfrentar tus situaciones emocionales, como la depresión, te hará sentir mucho mejor. Toma apoyo emocional si estás iniciando un cambio en tu vida. Es importante que reconozcas que los cambios drásticos pueden llevarte a procesos emocionales de sanación y optar por un apoyo emocional puede potencializar su avance. ¿Cuáles son esos momentos de cambio en una persona con diabetes? Muchos los comparten con personas sin diabetes, como son: cambio de domicilio, muerte de mascotas, pérdida de familiares, modificaciones en tu estado de salud y capacidad de autocuidado. Muchas de las situaciones que enfrenta una persona con diabetes pueden desencadenar procesos de sanación o duelos como podrían ser: cambio de tratamiento (pasar de fármacos a insulina), cambios de alimentación, alteraciones en el estado de salud, alteraciones en el estado de la piel, cambios en el aspecto físico, pérdida de masa muscular, etc.
Recuerda que en Orienta estamos para apoyarte y acompañarte en estos momentos, tienes asesoría emocional las 24 horas del día, todos los días del año. También, puedes consultar si tienes familiares que viven con diabetes para saber cómo acompañarlos a enfrentar el reto de vivir con esta enfermedad crónica.
