El derecho de las niñas y las mujeres a una vida libre de violencia consiste en prevenir y combatir toda acción o conducta que pueda causar la muerte, o algún daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, patrimonial o económico.
De igual manera, implica el reconocimiento, goce, ejercicio y protección de sus derechos humanos, libre de comportamientos y prácticas sociales y culturales, basadas en conceptos de inferioridad que las hagan menos. En este sentido, tienen derecho a que se respete su vida, integridad física, psíquica y moral; su libertad y seguridad personales; a no ser sometidas a torturas; a proteger a su familia; a ser consideradas iguales ante la ley; a ejercer sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales libres de discriminación; a no ser educada y valorada bajo patrones estereotipados, entre otros.
Con la finalidad de salvaguardar los derechos humanos de las niñas y las mujeres, el gobierno mexicano decidió firmar la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, también conocida como la Convención de Belém Do Pará.
Con motivo de la firma de este convenio, el gobierno mexicano se obligó a que las autoridades del país, a nivel federal y estatal, tomen todas las medidas apropiadas para garantizar, sin discriminación alguna, la igualdad entre hombres y mujeres en el ejercicio y el goce de los derechos humanos y las libertades fundamentales en todos los ámbitos.
Asimismo, deben condenar la violencia contra la mujer y aplicar todas las medidas apropiadas para eliminarla; deberán prevenir, investigar y sancionar la violencia contra las mujeres, incluyendo en su legislación interna normas para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres; adoptar medidas jurídicas para que los agresores se abstengan de hostigar, intimidar, amenazar, dañar o poner en peligro la vida de las mujeres, su integridad o propiedad, y; modificar prácticas jurídicas o consuetudinarias que respalden la persistencia o la tolerancia de la violencia contra las mujeres, fue así que nació la Ley General de Acceso de las mujeres a una vida libre de violencia en el año 2007, siguiéndole sus similares en todos los estados de la República.
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