Este artículo busca brindar información no sólo de lo que es el autismo, sino dar un panorama desde el diagnóstico y la importancia de que dicho diagnóstico sea establecido por un grupo multidisciplinario de especialistas en el área de la salud.
Comencemos por definir qué es el autismo, en palabras que no generen desconcierto por su naturaleza técnica, de entrada, no tipificar al autismo como una enfermedad sino como una condición en la que se ven involucradas varias funciones y conductas como, por ejemplo, dificultad para comunicarse y socializar en diferentes contextos, dificultad para expresar emociones propias y reconocer las de las personas a su alrededor, comportamientos repetitivos o no querer cambios en la rutina diaria, tener demasiado interés en ciertas cosas, como en objetos en movimiento o partes de objetos y estar centrados en ellas por un periodo considerable de tiempo; pueden presentar también sensibilidad sensorial (sensibilidad a la luz, el ruido, las texturas de la ropa o la temperatura), trastornos del sueño, problemas de digestión e irritabilidad.
Los síntomas pueden comenzar en la primera infancia, por lo general, en los primeros 2 años de vida y son síntomas que hacen que la persona necesite ayuda en sus tareas diarias. Es preciso decir que no todas las personas presentan todos los síntomas ni en la misma intensidad.
Ahora bien, si las madres, padres o tutores llevan a los menores a revisiones periódicas con un médico o un especialista en pediatría, este médico está al tanto de las conductas correspondientes de acuerdo con la edad del menor y es entonces donde pueden detectarse cambios o retrasos en el desarrollo del niño/a.
El médico puede hacer con certeza el diagnóstico de autismo en un paciente desde los 2 años del menor, sólo observando dichas conductas que no correspondan a la etapa del desarrollo. En adolescentes se detecta por la remisión de profesores o familiares que han observado algunas de las conductas antes mencionadas, y en los adultos, el diagnóstico puede ser un poco más complicado porque podría coincidir con algún otro trastorno como Déficit de Atención con Hiperactividad TDAH o con esquizofrenia; por ello, lo trascendental de una atención médica, psicológica, psiquiátrica y pediátrica, si es un menor. Un diagnóstico correcto de autismo puede ayudar a esa persona y a su familia a entender ciertas dificultades que hayan tenido en el pasado, identificar sus fortalezas y obtener el tipo adecuado de tratamiento.
La importancia de un diagnóstico certero, llevado a cabo por médicos, así como contar con la participación de especialistas en el área de la psicología y psiquiatría, sobre todo porque hemos hablado en este artículo de síntomas que hacen referencia a conductas, la presencia del psicólogo se vuelve valiosa, tanto para corroborar el diagnóstico, como para aportar desde otra disciplina a un tratamiento adecuado.
En cuanto al tratamiento, si bien aún no existe un medicamento para curar el trastorno del espectro autista, como se le conoce científicamente, sí existen medicamentos que se usan para el tratamiento. Actúan bajando considerablemente la intensidad, por ejemplo, de la irritabilidad, de la agresión, las conductas repetitivas, los problemas de atención y ansiedad. Es posible que los medicamentos no surtan el mismo efecto en todas las personas, por ejemplo, en los niños, por lo que es importante trabajar con un profesional de atención médica que tenga experiencia en el tratamiento de niños con este trastorno. Los padres y profesionales de atención médica deben vigilar, de cerca, el progreso y las reacciones del menor, específicamente, mientras toma los medicamentos para asegurarse de que cualquier efecto secundario del tratamiento no supere los beneficios.
Existen muchos tipos de tratamiento disponibles. Entre las opciones de tratamiento, se encuentran las siguientes:
Medicamentos, recordando que actúan controlando los síntomas, se usan medicamentos antipsicóticos para tratar los problemas graves de comportamiento, y se pueden recetar antidepresivos para tratar la ansiedad, pero el médico debe llevar el control y ser informado de lo que acontece con el tratamiento, ya que, la aparición de efectos secundarios es significativa para modificar la dosis o retirarlo definitivamente.
Terapias orientadas al comportamiento y la comunicación
Terapias educativas (potenciando algunos aspectos propios del autismo para convertirlos en habilidades)
Terapias familiares, que buscan enseñar a los integrantes de la familia estrategias y sensibilización para la convivencia diaria con la persona que presenta autismo.
Otras terapias, en función de las necesidades de la persona, por ejemplo, terapia ocupacional, fisioterapia, etc.
Vale la pena hacer énfasis en que los exámenes médicos y odontológicos regulares deben ser parte del plan de tratamiento del niño, adolescente o adulto con autismo.
Las investigaciones muestran que los servicios de tratamiento de intervención temprana pueden mejorar considerablemente el desarrollo del niño. Dichos servicios de intervención temprana ayudan a los niños desde que nacen hasta los 3 años (36 meses) de edad a aprender destrezas importantes para su vida. Los servicios incluyen terapia para ayudar al niño a hablar, caminar e interactuar con los demás. Por lo tanto, para poder tener una intervención temprana es fundamental hablar con el médico, si sospecha que algo ocurre con el desarrollo de tu hijo/a.
El brindar un tratamiento adecuado para los síntomas ayuda, de forma significativa, a la persona que vive con autismo y a sus cuidadores principales. Recuerda siempre que antes de administrar un medicamento que requiere control, este debe ser recetado y vigilado por un médico, evitar siempre la automedicación, así como la modificación de la dosis o retirar el medicamento de forma abrupta, ya que en caso de alguna complicación, las consecuencias pueden ser graves; es importante acudir a revisiones médicas regulares y apoyarte de la atención psicológica será de gran ayuda.
Fuente de consulta
https://espanol.ninds.nih.gov/trastornos/autismo.htm
http://www.scielo.org.mx/pdf/gmm/v141n2/v141n2a9.pdf