¿Cómo las empresas pueden ayudar a combatir las afecciones crónicas causadas por COVID-19?
Aun cuando se ha desarrollado una vacuna contra la COVID-19 y se ha vacunado a un porcentaje significativo personas, la pandemia no ha terminado, están circulando cepas variantes con tasas crecientes de infección y muerte. En muchos casos, las personas presentan secuelas que pueden ser temporales y en otras permanentes.
Como el virus SARS-CoV-2 ataca diferentes órganos del cuerpo, las secuelas se pueden presentar de distintas formas dependiendo de los órganos que se vean más afectados, las secuelas más frecuentes son: dificultad para respirar, tos, dolor en el pecho, dolor de cabeza, fatiga, pero existen otros que no por menos frecuentes son menos importantes como dificultad para pensar, palpitaciones, dolor muscular o de articulaciones, sensación de hormigueo, diarrea, problemas para dormir y mareos.
El papel del lugar de trabajo para ayudar a los empleados con secuelas.
Los empleadores deben tomar en serio lo que está afectando a los empleados y estar preparados para comprender su condición. Los líderes y gerentes deben estar capacitados para ofrecer los recursos adecuados siempre que un empleado revele una condición que pueda estar afectando su trabajo, comenzando por alentarlos a hablar con sus proveedores existentes y sugiriendo que se comuniquen con sus áreas de Capital Humano.
Las empresas pueden utilizar un proceso para hablar con los empleados que pueden tener dificultades con las secuelas de COVID-19. A través del Médico laboral para que sean evaluados en cuanto a las secuelas que presente cada uno y hacer un plan de rehabilitación individual.
Las empresas deben:
- Identificar problemas relacionados con el trabajo, centrándose en descripciones objetivas de cualquier comportamiento preocupante (como tardanzas, disminución de la productividad, etc.)
- Conectar al empleado con los recursos adecuados para ayudarlo a hacer frente a la crisis por la cual atraviesa, por ejemplo; el PAE de Orienta a través de sus diferentes disciplinas (emocional, médica, nutricional, legal, economía familiar y veterinaria, en caso de ser necesario, puede ser un gran recurso).
- Establecer un plan de seguimiento claro con el que el empleado se sienta cómodo.
- Identificar si las actividades laborales que el empleado desarrolla en su puesto de trabajo no ponen en riesgo su salud o los objetivos de trabajo.
A medida que las empresas continúan explorando sus opciones de regreso a la oficina, podría haber un grupo de empleados que realicen horarios híbridos de acuerdo con su diagnósticos y discapacidades derivadas de las secuelas por COVID-19.