Las personas, de todas las edades, contribuimos al cumplimiento de las metas; por eso, al trabajar en equipos de alta eficacia, hay que tener los ojos y los oídos bien abiertos, tener la capacidad para observarnos y reconocernos más allá de nuestra edad.
Nuestro lenguaje da cuenta de una cultura que valora a la juventud como algo novedoso, actualizado, creativo, bello, relacionando, entonces, el incremento de edad, con lo obsoleto, inservible, feo, etc.
En el trabajo encontramos que, por lo regular, la mayoría de las personas cursan las décadas de los 20s, 30s o 40s de edad, siendo minoría, las personas en las décadas de los 50s, 60s o 70s. Hay rivalidad entre generaciones; cada persona se esfuerza en adivinar ciertas características o particularidades que obedecen a una supuesta ciencia que propone que, de acuerdo con la edad, se tendrán ciertas creencias, proyectos de vida, perspectivas, religión, expectativas, etc.
Lo cierto es que, en todas las edades encontramos creatividad, iniciativa, diferentes formas de asertividad, proactividad, etc. Parte de conformar un equipo de alto rendimiento implica nuestra capacidad para ubicar las fortalezas de los miembros y utilizarlas para potencializar el desarrollo de un objetivo.
La reflexión está encaminada a ver más allá de la edad. Puedes iniciar verificando si tienes algunas ideas tipificadas como “viejismo”, que es la tendencia a descalificar, disminuir o discriminar todo aquello que tiene que ver con las personas de más edad en el trabajo.
Se considera que ser mayor es sinónimo de enfermo, inútil, discapacitado, asexuado, pasivo, improductivo e incompetente. La edad adulta es solamente una etapa de la vida y como todas ofrece ventajas y desafíos.
El género es el rol de las personas en la sociedad, femenino o masculino. Las personas adultas mayores, que además son mujeres, enfrentan una doble limitación. De hecho, durante la vejez, las pensiones de las mujeres son menores que las de los hombres; es una desigualdad que se gesta durante la vida laboral de una mujer.
La próxima vez que reflexiones, toma en cuenta que las personas mayores están rodeadas de mitos que nos encargamos de sostener. Date la oportunidad de abrirte a sus posibilidades creativas, de socialización y de alegría por la vida.
También piensa acerca de cómo has venido comportándote ante personas de otras generaciones, seguramente estás ubicando áreas de oportunidad y, algunas de ellas, se las adjudicas a la edad. La realidad es que entre personas de la misma edad también hay diversidad de perspectivas, religiones, tipos de educación, prioridades, etc.