Obesidad: Claves para lograr un peso saludable

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Obesidad

Uno de los retos más importantes en nuestras vidas, para conservar la salud, es tener un peso saludable; las bases para lograrlo son la buena alimentación y el ejercicio. A continuación, algunas estrategias emocionales para lograr apegarte a las recomendaciones de tus especialistas:

  • Festeja más por tu apego a la dieta y el ejercicio, que por los resultados que obtengas. Los resultados dependen de factores genéticos y hormonales, además de la dieta y el ejercicio, por lo que tu éxito no puede medirse por cuántos gramos estás perdiendo.
  • Consultar con tu especialista cómo monitorear tus medidas te brindarán datos que, al conjuntarse con los de la báscula, te ayudarán a verificar tus avances de una forma más completa.
  • Ten metas realistas, lo mejor es que sea un especialista quien te apoye a elegir cuántos kilogramos perder y en cuánto tiempo. Si lo elijes a lo que demandan tus añoranzas, es posible que estés fuera de la realidad.
  • Lee información que refuerce tus conocimientos acerca de cómo llevar la dieta; estos suelen ser motivantes, y te darán un sentido muy objetivo a la hora de hacer las elecciones de alimentos y actividades físicas.
  • Verifica tus metas relacionadas a la pérdida de peso: mejorar tu desempeño físico, sentirte más fuerte o saludable, poder realizar tu deporte favorito, usar la ropa que ya no te queda, mejorar tu digestión, reducir la posibilidad de desarrollar enfermedades crónicas o agudas, etc.
  • Escribe tus metas y ponlas a la vista, colócalas en donde puedas verlas. Hay personas que deciden colocarlas en donde guardan sus alimentos, en la puerta de la alacena o del refrigerador.
  • Premia tu apego a la dieta. Haz una lista de lo que más te gusta (que no sea comida) y regálatelo, pueden ser, un viaje, un paseo por tu lugar favorito, comprar el libro que tanto has querido, los zapatos que viste en algún aparador, etc.
  • Cuando te sientas ansioso/a, con ganas de comer, verifica si hay emociones que están apareciendo y ponles nombre. Verifica si es hambre o estás intentando negar o encubrir lo que piensas o sientes. En vez de alimentarte, intenta regalarte la calma que necesitas. Sustituye la comida por algo que le brinde alivio a tu estado emocional, por ejemplo, salir a caminar, escribir, escuchar música, tomar un baño, correr, escribir, cantar, llorar, etc.
  • Si fracasas a cierta hora del día, no te castigues y sigue el plan el resto del día. No te restrinjas con ayunos prolongados o con actividad física extenuante. Lo que puedes conseguir es una descompensación o una lesión.
  • El reto de bajar de peso nos lleva al autoconocimiento, porque nos encara con nuestras preocupaciones, nuestros miedos, detectamos lo que no nos gusta de nuestro cuerpo, etc.
  • Nadie es perfecto, cada vez que te equivoques, podrás ubicar, qué estuvo mal en tu planeación, sabrás acerca de los imprevistos que enfrentaste para realizar una mejor planificación.
  • Libérate de las tentaciones: una vez que tengas tu plan de alimentación, no compres comida chatarra o que tu nutriólogo te haya restringido, aún cuando el pretexto sea, que es para otros miembros de la familia.
  • Busca aliados entusiastas, hay personas que les gustará subirse al barco contigo. No tienen que estar perdiendo peso también, sino estar en una meta de llevar una vida saludable. Alguien que sea un aliado para todas las acciones de bienestar. Habrá amigos para compartir una colación saludable, otros para hablar acerca de las frustraciones, otros para salir a correr, otros para compartir materiales para hacer ejercicio, etc.
  • Si estás perdiendo más de 10 kilogramos es probable que tu cuerpo cambie de tal manera que te sientas extraño. No todos los cambios que vienen con la pérdida de peso suelen ser cómodos para quienes los enfrentan. Quizá, necesites apoyo emocional para hablar al respecto, así como trabajar acerca de las consecuencias emocionales que te dejan la dieta y el ejercicio.
  • Si ubicas que estás enfrentando aburrimiento, intenta cambiar tus formas de pasar el tiempo; generalmente, se puede ser muy sedentario y alimentarse en tiempos donde no se tiene que hacer. Busca actividades que te gusten y te mantengan lejos de la comida y la inactividad, por ejemplo, caminar, realizar jardinería, bailar, pasear con tu mascota, jugar con los niños, saltar la cuerda, etc.
  • Incluye en tu rutina diaria algunas actividades que reduzcan tu estrés, puede ser escuchar música, realizar actividades recreativas como pintar, escribir, dibujar, etc. Se ha visto que las personas que tienen mayor estrés, pueden llegar a experimentar un apetito mayor.
  • Consulta a tu médico si te sientes mareado, con hambre constante, fatigado. En ocasiones, pensamos que tenemos muy poca voluntad, pero en realidad nuestro sobrepeso u obesidad se debe también a situaciones de salud que no hemos ubicado, como, por ejemplo, ovario poliquístico, alteraciones del perfil tiroideo, depresión, ansiedad, etc.

Recuerda que los asesores emocionales del PAE pueden apoyarte para ubicar otras estrategias más personalizadas que te apoyarán a perder peso.

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