Las vacaciones, sin duda, son un momento de relajación y disfrute, que puede generar cambios significativos en los hábitos de alimentación, lo que a su vez, se refleja en un incremento de peso al finalizar este periodo. Conoce cómo puedes mantener una alimentación saludable en tus días de descanso, para que no impacte en tu peso corporal.
En el verano, muchas personas optan por tomar días o semanas de descanso, en las que disponen de diferentes opciones para vacacionar; pero sin duda hacerlo en un destino diferente al lugar en donde viven, como puede ser una playa, ir al bosque o incluso otra ciudad, puede resultar bastante atractivo.
Es así, que estas salidas impactan en la selección y cantidad de alimentos que se consumen, sea porque el lugar de alojamiento incluye todas las comidas y bebidas, por conocer la comida local de la nueva ciudad o simplemente por disfrutar de algún platillo que no es común en la alimentación cotidiana; y es aquí, donde puede haber un gran abanico de posibilidades en cuanto a sabores, preparaciones, estilos de cocina, etc. que lleva a no limitar las cantidades que se consumen.
Un ejemplo de ello, es estar ante un buffet, donde se puede tomar alguna porción de los alimentos favoritos, pero en cambio, se consumen grandes cantidades de diferentes platillos, postres y bebidas, lo cual impacta en la cantidad de calorías que se consumen en el día. Si a esto se suma que no se realiza actividad física o se mantiene un día sedentario, será más fácil que este exceso se almacene como grasa corporal. Hablando de calorías específicamente, se estima que 1 kg de grasa corporal equivale a 7,000 kcal aproximadamente, por lo que si durante una semana se consumen 1,000 calorías extra al día, al finalizar se habrá incrementado al menos 1 kg de peso después del periodo vacacional, pero si se incrementa aún más la cantidad de calorías (porciones de alimentos y platillos) que se consumen diario, este peso será mayor.
Entonces ¿qué hacer? seguramente te preguntarás qué alternativas tienes, entre querer disfrutar de la comida y gastronomía del lugar de destino, y mantener una alimentación saludable, lo cual no tiene que ser complicado. Es por ello que te comparto una serie consideraciones para que puedas lograrlo:
Incluye verduras: Además de aportar fibra que favorecerá tu digestión, te permitirán equilibrar tus platillos y se reducirá la cantidad de calorías. Puedes optar por tomar un jugo verde, consumir ensaladas o simplemente elegir platillos que tengan en sus ingredientes vegetales.
Elige y distribuye: Si se te antojan muchas opciones, distribuye en varios tiempos de comida lo que se te antoje comer, y no únicamente en una. Por ejemplo, si se te antojan varios postres, opta por consumir uno en la comida y otro en la cena si aún lo deseas, así evitarás excederte en un mismo tiempo de comida.
La cantidad sí importa: Para disfrutar de un alimento o platillo, no necesariamente tiene que ser en grandes cantidades. Por ejemplo, puedes disfrutar 1 rebanada de pizza acompañada de ensalada y sentirte satisfecho, comparado a consumir 3 rebanadas y terminar excedido en saciedad. También puedes incluir los alimentos que prefieras en porciones moderadas a lo largo de tu estancia, recuerda que tendrás varios días para variar los alimentos o repetir tus favoritos.
No olvides hidratarte: Mantenerte hidratado puede ayudarte a evitar consumir bebidas altas en azúcar, o al menos a moderar su consumo, ya que si estás sediento, muy probablemente ingieras grandes cantidades de estas bebidas para quitar la sed. Sin embargo al estar hidratado puedes elegir con calma una bebida que disfrutes, regulando su consumo.
Actívate. Aprovecha este tiempo en el que no tienes actividades programadas y busca en tu lugar de desconexión opciones para mover tu cuerpo: una caminata, estiramientos o cualquier otra actividad física que puedas hacer será beneficiosa para ti, además de que incrementará tu sensación de bienestar.
Ahora que conoces estas consideraciones, estarás preparado para tu periodo vacacional, sin subir de peso a tu regreso.
