Este artículo es un acercamiento a las personas con discapacidad. Quizá no nos damos cuenta de cómo los excluimos, porque realizamos en automático algunas acciones; a veces son bien intencionadas, pero, en realidad, producen discriminación; no permiten que las personas con discapacidad se desarrollen y se integren a la sociedad.
Existen diferentes tipos de discapacidad; la cultura tiene algunas ideas generales sobre lo que todos necesitan; es un intento por solventar necesidades, pero, por supuesto, que cualquier medida general pierde de vista las particularidades en la diversidad, y termina generando respuestas que, al final, excluyen a las personas con discapacidad.
Por ello, hablaremos aquí de algunos de los mitos más comunes:
Las personas con discapacidad no tienen relaciones sexuales. Cuando hablamos de sexualidades humanas, en muchas ocasiones, se reduce a las prácticas coitales; sin embargo, sabemos que los besos y las caricias constituyen parte de lo que una pareja puede optar y todas estas prácticas constituyen su sexualidad. Las personas con discapacidad también disfrutan de las caricias, de los abrazos y los besos en pareja, también se masturban o se tocan en pareja y su sexualidad puede, o no, incluir coitos. Las relaciones sexuales, en todos los seres humanos, son importantes y forman parte de su persona. Pueden tener relaciones sexuales con personas con discapacidad o con quienes no tengan alguna. También requieren orientación médica para cuidar de su salud durante estas prácticas.
- Las personas con discapacidad tienen mala salud. Todas las personas cuidamos nuestra salud eligiendo actividad física y alimentación adecuada, además de que, en ocasiones, tenemos que tomar ciertos medicamentos; de esta misma manera, las personas con discapacidad requieren de ciertos cuidados, a veces se trata de acciones propias y en otras necesitan el apoyo de un tercero.
- Las personas con discapacidad no son inteligentes. Todas las personas tenemos habilidades de inteligencia distintas. La inteligencia es un término que hace referencia a nuestra capacidad para resolver situaciones. Existen diferentes tipos de inteligencia: por ejemplo, intrapersonal se refiere a que somos sensibles con lo que sentimos y gestionamos nuestras emociones. Inteligencia interpersonal, se refiere a nuestra capacidad para llevarnos bien con otras personas, inteligencia naturalista, nuestra capacidad para observar la naturaleza, disfrutar de ella y hacer análisis acerca de ella, etc. De las inteligencias que existen siempre va a haber algunas que destaquen más que otras. Por ejemplo, podemos ser buenos para bailar (inteligencia cinestésica) pero quizá tenemos problemas para escribir (inteligencia lingüística).
- Las personas con discapacidad no pueden ser independientes. Cada persona, de acuerdo a sus habilidades, podrá fijarse metas y lograrlas. Todas las personas van a adquirir niveles diferentes de independencia, los cuales tienen que ver más con los valores personales y familiares. Lo más importante es ser inclusivos, si estamos a contratar a alguien, antes de descartar una discapacidad, hay que analizar sus habilidades, de acuerdo con el puesto, como de cualquier candidato, renunciando a creer que se trata de alguien incapaz.
- Las personas con discapacidad son niños eternamente. Aún cuando presenten una discapacidad intelectual, no podemos sostener que sean infantiles. Los retos que enfrentan quizás no son los mismos que la gente promedio, pero avanzan en su desarrollo, igual que las otras personas. Y su desarrollo emocional también, por lo que las aspiraciones infantiles quedan atrás igual que en todas las personas.
Estas ideas son para reflexionar y tomar conciencia de algunas actitudes que pueden impedir la inclusión de las personas con discapacidad. Te invito a que les des unas vueltas antes de descartarlas, y que intentes encontrar una forma para que la próxima vez que convivas o trates con alguien con discapacidad, te apoye a tratarle mejor.
